El vuelo de 9 horas

Esta noche quiero empezar mi escritura agradeciendo a Dios por todos los momentos y experiencias vividas en esta semana. He tenido una semana de arduo trabajo, pero después de todo a valido la pena. Tener un trabajo es una bendición de Dios. He tenido buenas y malas experiencias y de todas ellas he aprendido, en especial de las malas. Gracias a las malas experiencias me propuse en ser la persona que toda la vida soñé, no sólo intelectualmente, porque hay muchos profesionales sin moral, yo me propuse a ser diferente por dentro. Desde ese paradigma baso mis decisiones. La vida es corta para malgastarla envidiando o culpando a otros de todo. Me decidí a amar a Dios sobre todas las cosas y me decidí en amar al prójimo como a mí mismo, y desde ese día me vi como un ser especial, único e inigualable. Me propuse entonces en sembrar semillas de fe, sabiduría, también semillas de psz, amor y compartir con los demás. Aprendí que el mejor momento en que hoy vivo se puede convertir en el mejor momento de mi vida si me lo propongo. Si mañana me fuera de este mundo, quisiera dejar el legado del buen ejemplo a mis hermanos y hermanas, sobrinos, hijos, todos los que vienen detrás de mi. Aprendí que la vida cambia en un segundo y hay que adaptarse. Aprendí que decir la verdad por más que duela te hace libre, y es sin duda alguna el mejor camino a tomar. También aprendí a perdonar y a perdonarme a mi misma por los errores humanos. Cuando me veo frente al espejo observo al gran amor de mi vida. A la persona que debo cuidar, amar, respetar por siempre. "Solo venciendote vencerás" decía el lema de mi antigua escuela militar "Héroes del cuarenta y uno", la persona a quién debes vencer es a ti misma, tus temores y miedos, tu negatividad, defectos, rencores. Hay que ser valientes para proponerte a hacer realidad la historia de amor más grande de todas y esa es la tuya. Solo puedes amar y dar amor cuando entiendes que debes ser luz para el mundo, y que debes entregar tu corazón, tu inteligencia y sabiduría al servicio del amor que es Dios.